miércoles, 5 de septiembre de 2018

Éramos tan felices

"Éramos tan felices...". Felicidad Blanc

No te quiero demasiado
pero a veces, por la noche,
te busco como si existieras todavía.

Como un barquito naufragado,
como un gofre sin nata

me siento

en la cama y me arrepiento
de haber dejado de quererte

demasiado.

Porque no es tan fácil
querer en la treintena,
despegarse del asfalto
como un chicle mascado
y arriesgar la soledad
por cualquier cosa.

No es fácil querer,
siquiera un poco,
y dejarte querer 
ya no es opción
para los kamikazes estrellados
que hemos aprendido la lección.

miércoles, 16 de mayo de 2018

No estaban tan equivocadas las redes sociales

"Me gusta" o "No me gusta". 
No estaban tan equivocadas las redes sociales. 
Luego se fueron perdiendo en eufemismos, corazones y caras ambiguas, 
como la civilización hizo ya hace tantos siglos. 

Me gustan las tardes que se hacen tarde,
me gusta que me rocen como un soplo breve,
me gustan las películas que dan conversación, 
me gustan los besos con sabor a Coca cola fría,
me gusta el olor a nostalgia de las mandarinas,
me gustan las miradas que construyen barcos,
me gusta el amor con argumento de thriller trepidante
y final de comedia americana. 
Me gusta la tristeza que limpia, el recuerdo que cose, 
las dudas que dignifican y el pequeño montoncito de valor 
que nos regala el mundo cada día. 

No me gusta la distancia que hace costra,
no me gustan los escombros de las calles 
que enseñan las tripas de hogares pasados, 
no me gusta que se apoyen en mi hombro
como si fuera una barra de bar,
no me gusta el lenguaje de los relojes,
no me gusta que a la vida le salgan garras, 
no me gusta que no me echen de menos nunca,
no me gustan los silencios largos con desconocidos. 
No me gusta el fútbol, ni las banderas, 
ni los amores a medias, ni soñar que me caigo 
por un abismo ignoto sin poder ver quién hay arriba. 
Ese pie sugerente y traicionero 
que me ha pisado la esperanza tantas veces
no me gusta nada.

Qué cristalino. 
Tenían mucha verdad las redes al principio, 
con su idioma binario y sus fotos feas... 
Lástima que se volvieran tan sociales.

jueves, 15 de febrero de 2018

Metamorfosis

Una respiración profunda, 
un suspiro que calla un grito. 
Pero no lo sustituye, más bien lo regurgita. 
Lo mastica y lo lame 
hasta dejarlo limpio de miserias, 
hasta convertirlo en algo 
digno de poder salir al mundo. 

Y renace ya sin pecado, 
sin el cuchillo en la mano, 
sin la pancarta reivindicativa, 
vestido de domingo 
y socialmente aceptado. 
Silencioso.

Lo veo alejarse y apenas me mira. 
Se olvida de sus orígenes, 
de la boca que lo parió, 
de los dientes que lo moldearon, 
de la cabeza en la que se originó.

Maldito grito, 
lobo con piel de aire, carnavalesco Don Juan. 
Eres casi perfecto, 
idéntico a esos chicos de los catálogos de moda. 
Pero yo te conozco, 
te he tenido dentro. 
Aunque te las des de brisa, 
siempre serás tormenta.

lunes, 16 de enero de 2017

No lo veo nada claro

Ahí está
la perfecta silueta de mi pasado
empotrada en el asfalto
como una calcomanía:
la sombra de lo que fui.

"Después de todo
-le cuento al oído,
agachando la cabeza-,
te echo de menos,
y eso que no me gustas demasiado.
Pero mira lo que hay aquí
-digo clavando la mano en el esternón-:
este experimento de futuro,
esta promesa de arrugas,
este tiempo con techo de gasto...

No lo veo nada claro".

Al levantar la vista
un gráfico espejo
me dispara:

Soy yo,
y detrás
un pequeño reflejo,
un claroscuro,
una sombra.

Eso debe de ser
la esperanza
-pienso-,
la intuición
de que hay algo en el fondo
todavía por perder.

jueves, 5 de mayo de 2016

Vals de la dama boba


Somos un triste baile de marionetas,
una canción absurda de desamor,
una merienda a medias,
un viaje en ascensor
en el que cuando subes ya bajo yo.

Somos un docudrama de pacotilla:
tú galán de mentira, yo dama de cartón,
y el nudo del conflicto,
el quid de la cuestión,
no es más que la espiral de la confusión.

Somos al fin y al cabo dos gilipollas,
tú porque no te encuentras, yo por buscarte a ti.
Y esta es toda la historia,
ni triste ni feliz.
La realidad a veces es baladí.

miércoles, 30 de marzo de 2016

Casi se me olvida


«Un carnívoro cuchillo / de ala dulce y homicida / sostiene un vuelo y un brillo / alrededor de mi vida»
Miguel Hernández, El rayo que no cesa


Casi se me olvida,
pero no.

Ya me acuerdo
de a qué venía
todo esto de vivir.

De lo de matarse a besos
con bocas como rifles,

de lo de navegar
con las ansias de un náufrago,

del hambre que no cesa,
como el rayo.

A eso venía todo...
Y yo, tan terca como Sísifo,

intentando sujetar la piedra,
intentando bajar el arma,
intentando plegar la vela,
intentando saciar con cuerpos
esta hambruna de amor.

Casi se me olvida,
pero no.


martes, 22 de marzo de 2016

La coartada perfecta

¿Cómo hablar de libertad
mientras agarras al miedo por la cintura?

¿Cómo hablar de libertad
mientras tus palabras encadenan?

Que la libertad no sea excusa
para dejarnos invadir el pecho
por mil besos desnudos,
para dejarnos cruzar a nado
como un incógnito océano,
para dejarnos reinventar
como un tangram de piel.

Que la libertad
no
sea
excusa
para dejarnos condenar
a la cárcel de unas piernas
que nos atrapen el cuerpo,
para dejarnos marcar
por unas manos a fuego.

Porque la libertad es la coartada perfecta

para los que no son capaces de usarla.