"Éramos tan felices...". Felicidad Blanc
No te quiero demasiado
pero a veces, por la noche,
te busco como si existieras todavía.
Como un barquito naufragado,
como un gofre sin nata
me siento
en la cama y me arrepiento
de haber dejado de quererte
demasiado.
Porque no es tan fácil
querer en la treintena,
despegarse del asfalto
como un chicle mascado
y arriesgar la soledad
por cualquier cosa.
No es fácil querer,
siquiera un poco,
y dejarte querer
ya no es opción
para los kamikazes estrellados
que hemos aprendido la lección.