miércoles, 30 de marzo de 2016

Casi se me olvida


«Un carnívoro cuchillo / de ala dulce y homicida / sostiene un vuelo y un brillo / alrededor de mi vida»
Miguel Hernández, El rayo que no cesa


Casi se me olvida,
pero no.

Ya me acuerdo
de a qué venía
todo esto de vivir.

De lo de matarse a besos
con bocas como rifles,

de lo de navegar
con las ansias de un náufrago,

del hambre que no cesa,
como el rayo.

A eso venía todo...
Y yo, tan terca como Sísifo,

intentando sujetar la piedra,
intentando bajar el arma,
intentando plegar la vela,
intentando saciar con cuerpos
esta hambruna de amor.

Casi se me olvida,
pero no.


martes, 22 de marzo de 2016

La coartada perfecta

¿Cómo hablar de libertad
mientras agarras al miedo por la cintura?

¿Cómo hablar de libertad
mientras tus palabras encadenan?

Que la libertad no sea excusa
para dejarnos invadir el pecho
por mil besos desnudos,
para dejarnos cruzar a nado
como un incógnito océano,
para dejarnos reinventar
como un tangram de piel.

Que la libertad
no
sea
excusa
para dejarnos condenar
a la cárcel de unas piernas
que nos atrapen el cuerpo,
para dejarnos marcar
por unas manos a fuego.

Porque la libertad es la coartada perfecta

para los que no son capaces de usarla.

lunes, 7 de marzo de 2016

Estriptis


Quiero desabrocharte la lengua
y que hagas para mí
un estriptis oral.

Que te desnudes del silencio,
que te desarropes de todos los adverbios que te abrigan.
Que te quites... hasta los adjetivos.

Que no te escondas detrás de los pronombres,
que solo seas un nombre,
que solo seas un hombre,
que solo seas un simple sustantivo.

Que no me vengas con los posesivos
ni te limites con determinantes,
porque las grandes verdades 
se escriben sin artículos.

Que no son preposiciones 
lo que necesita mi verbo,
sino proposiciones.

Sin circunloquios,
sin perífrasis,
tan sencillo como mirarte al espejo
y dejar que al otro lado
la que te vea sea yo.